Respirar nuestro viento
Cárceles de la lejanía atentaron
contra jardines primaverales.
Esta vez, condenados al invierno,
solo encuentran nubes donde escapar.
Quién pudiera despertar la vida en el sueño,
quién ser nube que viaja sin parar,
sin preocuparle su estado,
sin ser consciente de su forma,
siendo en sí, agüita clara del riachuelo
donde mis pies quedan atrapados
en el reflejo de ese cielo, esas nubes,
que suspiran por nuestro resuello,
viéndonos seres extrañamente símiles,
en caminos divergentemente unidos.
Quién fuera capaz de romper trechos
para despertar enredado en jardines sin jardineros,
soñadores sin sueños,
por vivir soñando; soñadores sin miedos.
Nubes sin cielos, en esta mirada, esperando,
atmósfera sin aguacero.
Cuando el viento sea mi respiro,
mi respiro será del viento.