Bestias
Rescato del silencio
el movimiento latente
que camina tras mis pies.
Ahora, solitario, lo acojo
relamiendo las paredes
de sus múltiples suicidios.
Lo acojo,
sintiendo el rugido
que otros quisieron acallar.
Pero esos otros no eran sin mí.

Fustigo mi pena
por las bestias
que alimenté
en mi tormento.
Pero esta vez prefiero
acogerlas en mi pecho
y que mientras las cuido
me narren las historias
con sus silencios de guerra,
con sus aullidos eternos.
ILUSTRACIÓN DE:
Fungus / Carlota Pachón